Se recibe educación en casa, en un aula y en la actualidad en los entornos virtuales. Los
espacios en los que nos educamos a solas o acompañados son ilimitados. Lo anterior,
presupone que es un acto en solitario y al mismo tiempo es colectivo.
Cabe destacar que una educación para ser libre no puede ni debe confundirse con una única
perspectiva de vida o un sistema de creencias que se instaure como una verdad absoluta,
sino como un escenario en el que la sensibilidad, los valores, incertidumbres, miedos y
errores, entre otros converjan para transformarnos en un mejor ser humano, en este orden
de ideas no se asume que sea esta una tarea fácil, sin embargo, no es imposible, se requiere
carácter y un corazón perseverante.
Freire expresaba:
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Para reforzar la idea de una educación liberadora, la educación no es algo aislado de la sociedad en la que se desarrolla, sino que reproduce las mismas relaciones de poder que existan en ésta.
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Para reforzar la idea de una educación liberadora, la educación no es algo aislado de la sociedad en la que se desarrolla, sino que reproduce las mismas relaciones de poder que existan en ésta.
Ampara que hay que darles la vuelta y conseguir que los oprimidos dejen de serlo, su propuesta es de una educación que ponga en manos de las personas a las que educa las herramientas para analizarla.
No se trata de incitar a ningún tipo de revolución violenta sino de promover una actitud de análisis: el oprimido necesita ver los mecanismos de su propia opresión para poder combatirlos.